Thursday, December 07, 2006

Triturando

Era imposible no verlo todos los días como paseaba sobre su nuevo amigo, y menos notorio era ver como dejaba un rastro verde tras su camino y por todo lugar ya que era como la expansión de su ser hacia los demás y con felicidad se volvía todo peor.
Las vida en ese lugar con aire extraño nos hacia felices y aunque la tierra no fuera como eso que nos querían hacer creer en la radioemisión propulsada éramos los mejores, según nosotros, caminábamos felices y éramos lo que queríamos aunque no siempre se era feliz ya que el tipo verde expandía su vida hacia nosotros y debíamos saber vivir así.
La expansión de su cuerpo hacia nosotros nos rodeaba con un manto verde viscoso en el cuerpo que no dejaba que nuestros tentáculos no tuvieran completo movimiento y asustaba, el juego de sus extensiones ya no era el mismo, ya no era esto un juego, comenzó con fuerza a tomar un rumbo distinto que nos ahogaba hasta sofocarnos por completo como una mal eterno
La tarde la ya corría lenta como siempre y nos mirábamos sentados sobre la calle lunar esperando que nos soltara para poder huir, no nos desesperaba ya como en un principio, ya que el juego no eran tan infantil al pasar los años y ese niño no dejaba a su nuevo, por siempre, mejor amigo hacer las cosas de antes.
Cuando nos vimos sueltos de aquella masa algo mas nos esperaba en el atardecer en la puerta de aquel infierno que estábamos prontos a vivir y cerramos los ojos a seguir caminando calle abajo, nos tomamos la mano y seguimos adelante hasta entrar en aquel agujero negro que rápidamente nos succionó hacia el , cerrando los ojos sentimos como una especie de círculos de aire intentaban sacarnos cada extremidad con furia, pero no lograba hacerlo y nos resistíamos cada vez mas a esa masa de fuerza que nos quería deshacer como polvo en el tiempo
El viaje por su interior seguía llegando a sus astas poderosas que nos triturarían sin piedad alguna olvidando todo lo que vivíamos, pero no podíamos dejarnos morir así , no podemos me dije en mi interior y seguí luchando por vivir, pero las fuerzas se acaban rápido y mi compañera ya estaba siendo abducida por la fuerza de esas astas y sus brazos no existían mas, con manchas de sangres fuimos nublando la vista y todo esto se convertía en jugo de marcianos, la respiración se acortaba en el lugar y debíamos seguir viviendo ante todo, la vida nos esperaba afuera.
Mirando ya la derrota de quien fue mi compañera de siempre, trataba de mirar luz y no podía ver mas que la cara de aquel pequeño niño que dejaba que su por siempre nuevo mejor amigo nos triturara y esa era su entretención, las masas verdes se unían al juego para poder terminar de forma mas rápido con mi ser, pero debía oponerme a esto, debía ganar yo su juego sucio y viscoso y peleé, si peleé como nunca lo había echo, nunca había estado frente a algo así y por eso no debía rendirme porque fuera algo desconocido, debía luchar con mas fuerza para no dar el gusto a ese pequeño niño engreído que podía llegar con su maquina trituradora a destruir a un pueblo y así seguí porque debía ganar aquella lucha
Las fuerzas ya agotadas me bajaban los brazos o lo que ya iban quedando de ellos por la fuerza de la destrucción que ejercía la maquina sobre mi, me tendí sobre mi cuerpo para poder descansar mientras veía al niño reírse sobre mi cabeza con una voz cada vez mas lejana y aguda y con sus manos trataba de tirarme cada vez mas abajo tratando casi de ahogarme en el mar de sangre de mi compañera ya muerta en partes y la viscosa masa que lanzaba desde las aberturas que antes habían tratado de succionarme.
Volviendo en la tensión de la escena escabrosa de mutilación no mire mas y me tire con fuerzas hacia el techo de vidrio que me separaba de el patético niño, pero esta vez yo me estaba volviendo mas patético aun tratando de golpear a una gigante a través de un vidrio indestructible y yo sin fuerzas no podría mas hacer que dejarme morir y creo que así lo hice, mas bien así lo hice no podía contra algo indestructible y debía ya rendirme del tiempo y en el momento menos pensado una masa de aire invadió el lugar, la tapa había sido sacada y yo sentía que esa mano gigante me sacaba del lugar con rapidez , era el niño que me venia a rescatar, mas bien dicho a masticar, si me introdujo en su boca y sin mas reparo mastico, mastico hasta que me hice mínimo entre sus fluidos bucales y viaje por su cuerpo hasta los baños y el mar en los océanos, viaje hasta una vida lejana y me destruí en un tiempo desconocidos para mi, en una vida desconocida y comencé a vivir así otra vida sin esas jugeras gigantes queriendo destruir el mundo, con niños con malvadas carcajadas mirándonos dentro de sus hamburguesas y mermeladas con una risa malévola
Quizás salir de ese mundo seria lo mejor, quizás esa destrucción distinta a la de mi compañera me dejaría en pensar cual muerte es mejor para no vivir a diario la destrucción de las astas gigantes y trituradoras del tiempo y la vida sin vida que solíamos llevar en aquello llamado mundo lejano con tentáculos y masa verdes y viscosas que nos atemorizaban la tarde y la vida, que impedían disfrutar el atardecer y la vida plena que deseábamos en aquel mundo indeseado.
La vida en la muerte era siempre mejor y la masa viscosa nunca salio de mi mutilado cuerpo en guerra y de mi mente atemorizada por siempre por las risas malévolas que esparcían los niños eternos del lugar de aldea preciosa imaginada en especial para nosotros, la vida ya acababa y debía saber vivir con la angustia del termino sin fin, del no alejamiento de esos recuerdos desde mi ser. Debí transmitir así por siempre la muerte de mi corazón y el reemplazo de los sentimientos de vida que algún día tuve en la culpa del la trituradora gigante.